El Comité Exploratorio retornó antes de lo previsto, y la palidez de sus caras no auguraba nada bueno. Su mutismo solo exponenciaba nuestro nerviosismo.
Las fotos que tomaron explicaron su obnubilamiento.
La Antigua Sede Parque Centenario estaba ocupada por Seres.
Estos extraños Seres invadieron las Sagradas Ruinas y bandalizaron su sempiternos murales con colores nunca antes vistos por el hombre, y cuya mera contemplación arrojó esquirlas de insanidad en las agitadas mentes de los integrantes del Comité Explorador.
Y he aquí lo que queda de las otrora imponentes Puertas de la Barbarie, sólo atravesadas por los cruzados en busca del omnisemiótico Mate y aquellos que perseguían la afamada leyenda del Sánguche de Tres Pesos.
¡Ah, qué nefasta visión! Éste solía ser uno de los puntos con mayor movimiento de la Antigua Sede Parque Centenario.Hoy, toda comunicación con el ala Ramos ha sido clausurada, y de las sólidas Fotocopiadoras del Baño sólo queda una tenebrosa estela de desolación.
Las Escaleras al Cielo no han permanecido incólumes, y sólo atisbamos a ver una fracción de la aberrante transformación que los Seres le han causado.Los Ventanales Rotos, lugar por excelencia para la contemplación de lo más selecto del tenis local, han sido reemplazados por una fría cuadrícula de opresión.
En el primer piso, el escenario se repite. Es un lugar árido, carente del característico candor que los pobladores de la Antigua Sede Parque Centenario sabían otorgarle.La ausencia de Mesas, Afiches, Folleteros y Basura Miscelánea ha despojado todo rastro de su dorado resplandor.
Y ésta es la última foto que el Comité Explorativo pudo sacar.Aparecían bloqueos, clausuras y cerramientos en los lugares más insospechados, que inopinadamente impedían el acceso a parajes tan sagrados como la Bedelía o el Tercer Piso.
Luego de haber visto el material, quedó claro que tamaña destrucción debía ser enunciada.
¡Unamos fuerzas para detener el sistemático avance de los seres!
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