Hoy ibamos a postear otra cosa. Pero ayer a la noche falleció Carlos Trillo.
Trillo, para nuestra generación, hijos de la primer democracia, es una figurita repetida. Pero una figurita como las de Robocop, que te venían con brillitos y tornasolados 3D. Trillo estaba en todas partes, en Clarín, en Página 12, en la Fierro, en la 1984, en El Péndulo, en la Humor, en Skorpio, en Satiricón, y en toda otra revista de historietas que se precie.
Fue (todavía estoy tentado a decir "es") uno de los guionistas más importantes de la historieta argentina. Y versátiles, también. Trabajó con Altuna, con Alberto y Enrique Breccia, con Mandrafina, con Jordi Bernet.
Es conocido en Argentina por El Loco Chávez (1987) y Clara de Noche (1992). Algún trasnochado lo debe reconocer como el autor de Las puertitas del Sr. López (1979), con una exploración peligrosa (prohibida) para la época. Para los que nos alimentamos de historietas, es inevitable pensar en El último recreo, a mí entender una de las historias más penetrantes que escribió, y joyitas como Custer, Tragaperras, Light & Bold, o más recientemente, el Síndrome Gustavino.
Carlos Trillo es un referente, no por su trayectoria sino por su calidad. Un regio cuentacuentos, de inmenso poder narrativo. Lean sus historietas.
Me mandé a la página de Facebook a dedicarle algo yo también, y me encontré con que me habáis ganado de mano.
ResponderEliminarUn bajón terrible, se nos fue uno de los grossos.
Carlos Trillo - Q.E.P.D. - 1943-2011